La cripta de los capuchinos, Joseph Roth

Sinopsi (contracoberta de l’editorial)

El protagonista de La Cripta de los Capuchinos, heredero de una familia de orígenes humildes ennoblecida por Francisco José, describe su vida en la Viena deslumbrante en los albores de la Primera Guerra Mundial. A los últimos estertores del imperio de los Habsburgo siguen los días trágicos de la guerra y de una postguerra gris y violenta. Antes de que los nazis entren en Viena, el joven Trotta, símbolo de un mundo en declive, baja a la cripta a la que alude el título de la novela, el panteón imperial austríaco, donde confesará su fracaso. La Cripta de los Capuchinos (1938) es tanto la novela del declive de Austria como estado soberano—la «finis Austriae»—como la desaparición definitiva de un mundo. La extrema depuración del talento narrativo de Roth y su capacidad y precisión de observador han convertido esta novela en una obra de referencia inexcusable.

Editorial Acantilado.- 224 pàgines.- Traductor: Jesús Pardo.

Apunts de lectura

A la primera part de la novel.la, Roth retrata la vida libidinosa dels joves acomodats de la Viena de l’Imperi Austrohongarès abans de la seva desaparició arran de la derrota a la Primera Guerra Mundial.

“Vivía intensamente la vida, en realidad lo que hacía era vivir intensamente la noche y durante el día dormía también intensamente”.

La Primera Guerra Mundial no sols va significar una batalla cruenta i horrible sinó també la pèrdua i transformació d’un món.

La mort és una amenaça sempre present però res feia pensar als membres d’aquella societat benestant que la guerra era a les portes.    

 “…todavía no teníamos ni la más leve idea de la guerra. El mes de mayo, el mayo oficial de Viena, se esponjaba en las pequeñas tazas doradas ribeteadas de plata, aleteaba sobre los cubiertos, sobre las barritas infladas de chocolate relleno, los pasteles de crema rosa y verde que hacían pensar a uno en pequeñas y comestibles joyas; en medio de este mayo,”.

La guerra, a més de provocar un allau de declaracions d’independència pels pobles de l’imperi, va provocar una profunda transformació social. El protagonista de la novel.la, fill d’una noblesa rendista, sense ofici ni formació, en finalitzar la guerra es troba arruïnat i descol·locat. Simbolitza la contraposició del món vell i del nou així com el naixement d’un nou repte per a la seva supervivència. Representa una classe social en regressió per donar pas a la burgesia industrial i dels nous negocis que s’erigeix en classe dominant.   

 “Luego, cuando volví de la guerra, no solamente más viejo, sino también envejecido, las noches vienesas estaban también arrugadas y marchitas como viejas y oscuras mujeres, y la tarde no iba en su busca como antaño, sino que evitaba su encuentro, palidecía y se desvanecía, rozándolas apenas. Uno tenía que agarrar, por decirlo así, las tardes apresuradas y temerosas antes de que estuvieran a punto de desaparecer; yo las recibía preferentemente en el parque, en el Volksgarten o en el Prater, y sus últimos y más dulces restos en algún café, donde ellas se filtraban suaves y delicadas como un aroma.”

El protagonista en primera persona relata la seva evolució psicològica en paral·lel als esdeveniments socials i polítics. La vida dissipada durant l’imperi, el matrimoni, la guerra, l’empresonament i desterrament, el naixement d’un fill, i l’arribada dels nazis.

La seqüència final de la trobada dels amics de sempre en el seu cafè de Viena esdevé una imatge simbòlica, plena d’ironia, de la decadència de l’antic món i l’arribada dels nous temps. Tots els amics abandonen i el protagonista resta sol en el cafè.

“—¡Franz, la cuenta! —como todas las noches.

Pero no vino el camarero Franz, sino el perro de guardia, que también se llamaba «Franz», y al que yo no podía soportar. Era de color arena, tenía los ojos legañosos y el morro viscoso. A mí no me gustan los animales, y menos todavía los hombres que aman a los animales. Siempre me ha parecido que los hombres que aman a los animales emplean en ellos una parte del amor que debieran dar a los seres humanos, y me di cuenta de lo justa que era esta apreciación, cuando comprobé casualmente que los alemanes del Tercer Reich amaban a los perros lobos, a los pastores alemanes. «¡Pobres ovejas!», me dije.”  

La mare encarna el temps passat. Ha sobreviscut a la guerra i els canvis sobrevinguts han incidit en la seva situació econòmica i social però no en el seu esperit fidel a una època ja desapareguda.

“Ella no percibía los ruidos del presente, sólo oía los del pasado; por ejemplo, los platos hechos añicos por mi furioso padre. Empezaba también a perder la memoria, como suele ocurrir a los ancianos que se van volviendo sordos, y esto era muy bueno. ¡Qué bondadosa es la naturaleza! Las carencias que regala la edad son una gracia. Nos regala el olvido, la sordera y la debilidad de los ojos a medida que envejecemos, y luego, poco antes de la muerte, un poco de confusión también. Las sombras que la muerte manda por adelantado son frescas y bienhechoras.”.

 “La Cripta dels Caputxins”, on descansa l’Emperador Francesc Josep I, símbol d’un temps passat que també desapareix amb la Primera Guerra Mundial. Una novel.la farcida d’un alè de nostàlgia pels temps passats.

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